El testigo más real de que el tiempo vuela son los bebés. En cuestión de días, estos pequeños cambian rápidamente y estoy segura de que, en algún momento, quizás en unos meses, vas a añorar tener fotos de calidad de cuando tu hijo era un retoño que se acurrucaba bajo tu pecho y dormía plácidamente.

Para que esto no pase, tenemos para ti esta sesión que recomiendo realizarla entre los cinco y los quince días desde que el bebé llegó al mundo. Con tan pocos días de vida, aún mantienen la posición fetal del cuerpo y duermen continuamente, lo que hace más sencilla la tarea de colocarles y que mantengan la postura.

Este tipo de reportaje se realiza en vuestra casa, ya que en la intimidad del hogar es donde los pequeños se sienten más cómodos. Sin embargo, si la temperatura y el clima lo permiten y prefieres una sesión de fotos en familia en un entorno natural de Formentera, también os ofrezco esa posibilidad.

Las sesiones Newborn duran entre tres y cuatro horas aproximadamente. Son bastante largas, ya que todos nos adaptamos al ritmo del recién nacido que necesita comer, cambiarle... Por ello, reservamos unas cuantas horas para disfrutar la experiencia y estar relajados. Así nos asegurarnos de que los recuerdos capturados van a ser únicos y especiales.